Consejos

La era digital en la que vivimos nos impulsa a dar a conocer todo lo que hacemos a través de las redes sociales. Esto ha hecho que muchas empresas desprendan un aire más humano y cercano con las personas dando a conocer aspectos que antes estaban bien guardados. 

Uno de los aspectos que ha logrado esto han sido las fotografías corporativas porque dan a conocer la parte más humana de una empresa: su equipo.

En la mayor parte de los casos, esto impulsa al usuario a ver no solo quiénes conforman la empresa, sino personas con las que pueden identificarse. Esto sin duda es un factor atrayente para las personas que pueden convertirse en potenciales clientes de tu negocio. 

Claro, si queremos conseguir esto y beneficiarnos de todas las ventajas de las fotografías corporativas que mencionaremos a continuación, no podemos elegir nuestros retratos al azar. Debemos elegir bien quiénes lo formarán, dónde hacerlos y cómo. Hay que sacar lo mejor de cada uno y permitir dejar ver a las personas justo lo que queremos que vean: por ejemplo, el tipo de relación que tienen los trabajadores o cómo desempeñan su trabajo. Es de suma importancia que las fotografías corporativas estén hechas en la empresa, pues es ahí donde la esencia radica, y desde donde se puede entender la misión del negocio. 

No hay duda de que las fotografías corporativas estrechan la relación con nuestros clientes y aumenta la confianza de estos en nosotros, nuestro negocio y nuestro equipo. 

¿Cuándo usar retratos corporativos?

Vistos todos los beneficios y ventajas, tenemos que decir que las fotografías se pueden usar en distintos ámbitos. Por ejemplo: Marketing y publicidad

Añadir fotos a nuestras campañas de publicidad aporta transparencia lo cual hace crecer la confianza en los clientes. Por otro lado, nos haremos diferentes del resto, haciendo ver el carácter y personalidad de nuestra empresa. 

Webs

Seguro que ya has visto muchas webs fotos del equipo de una empresa. ¿Qué te transmite? Si has tenido algún tipo de relación laboral con ellos, incluso si solo ha sido la petición de un presupuesto, seguro que te ha gustado ver la cara de quien te ha atendido o de quien llevará a cabo el trabajo.

Las intranets y tarjetas de visita también pueden llevar agregadas fotografías corporativas para que empleados se sientan conectados con el resto y los clientes se sientan más cerca de ellos. 

Comunicación con inversores

No todo se trata del mundo digital. Cuando agregamos fotografías a nuestros dossiers, también estamos dando a conocer la parte más humana de nuestra empresa a nuestros clientes más potenciales e inversores. Esta es una manera de mantener una relación estable y duradera con ellos. 

Redes sociales

Las redes sociales son el boca a boca de hoy. No hay mejor manera de promocionar tu empresa, y en este caso, de darla a conocer desde su perspectiva más humana que mostrando retratos corporativos de los empleados y de ti mismo. 

No tienen que ser fotos serias, se puede mostrar el día a día haciendo ver que los trabajadores de la empresa también son personas que se equivocan, se ríen, lloran y todo lo demás. En este aspecto tienes que encontrar el equilibrio para que las imágenes no sean demasiado informales. 

Emails

Si hacemos campañas de email marketing, ¿por qué no mostrar una foto del responsable de este departamento? Muchas personas tildan la comunicación email de fría e impersonal. Una fotografía romperá este concepto. 

Premios

Son muchas las empresas que optan por el refuerzo positivo para motivar a sus empleados. ¿Es la tuya una de ellas? Si es así, no dejes de mostrar un retrato de la persona en cuestión. Esto crea una mayor repercusión y motiva, a veces de forma inconsciente al resto para trabajar duro y ganar ese reconocimiento. 

¿Ya te has decidido a incluir fotografías corporativas? Pues no lo dudes y ponte en contacto con nosotros para conocer nuestros servicios que pueden incluir maquillaje, peluquería y protocolos. 

Antes de la llegada de internet y de las tiendas virtuales, las innovaciones en cuanto a fotografía de producto se refiere eran prácticamente nulas: los omnipresentes fondos blancos con el producto en primer plano y aislado de cualquier contexto han sido durante mucho tiempo el recurso más utilizado en publicidad. Pero con el nacimiento del ecommerce (comercio electrónico o virtual) y la proliferación del mismo, este tipo de fotografía ha sufrido un boom de dimensiones estratosféricas.

Así, a día de hoy podemos encontrar productos a la venta en la red enmarcados en prácticamente cualquier clase de entorno. Aunque el blanco luminoso continúa siendo muy utilizado, la necesidad de destacarse de la competencia ha llevado a muchos profesionales de la fotografía (y a muchos vendedores ingeniosos y/o con pocos recursos para costearse a un fotógrafo) a crear nuevos modos de capturar en una sola imagen la esencia de aquello que quieren exponer ante su público. A continuación veremos algunos de los escenarios más utilizados en la actualidad sobre los que ubicar nuestro producto para que este resulte más atractivo y consiga atraer la atención de nuestros potenciales compradores.

Estudio

Si disponemos de los medios propicios (dinero, tiempo, espacio, etc.) y nuestros productos lo requieren, siempre podemos recurrir a los fondos de estudio. Las fotografías realizadas en estudio cuentan con dos ventajas difíciles de igualar: por un lado, podemos controlar la iluminación al milímetro, así como los efectos que deseemos provocar con ella; por otro, una vez hayamos montado el set para fotografiar el primer producto, tendremos todo lo necesario para que la sesión fluya de forma rápida y ligera (ya que el trabajo duro —colocar los focos, jugar con las intensidades, encontrar la disposición idónea para el producto destinado al ecommerce, etc.— ya estará realizado).

Sin embargo, los estudios tienen varios inconvenientes, entre los que destaca lo trilladas que están las fotografías con fondos de este estilo. Además, alquilar un estudio (con su correspondiente fotógrafo y los instrumentos para iluminar de manera adecuada) cuesta dinero, y el espacio del que dispondremos para almacenar nuestra mercancía será limitado.

Exteriores

Los fondos en exteriores son una opción a la que cada vez recurren más marcas, sobre todo porque suelen permitir un mayor grado de innovación. Fotografiando nuestros productos ecommerce en exteriores conseguiremos mucho más dinamismo, y además la iluminación (natural) ya nos vendrá dada en la mayoría de los casos. Este tipo de fondos permite que, además de mostrar el producto, contemos una historia acerca del mismo con más facilidad que dentro de un estudio de fotografía. Esta historia puede ser más o menos explícita (dependiendo de lo originales que queramos ser), y añadir a nuestro producto connotaciones sugerentes que se perderían con un fondo plano y simple.

Escenas  

Puede decirse que este tipo de fondos para fotografiar productos ecommerce es una mezcla entre los dos anteriores (fotos de estudio y fotos en exteriores). Al tratarse de espacios cerrados (recreados o reales), como una habitación o una cocina, controlar los puntos de luz es más sencillo que en un exterior, casi como sucede dentro de un estudio. Y, a su vez, cuando colocamos el producto en su hábitat natural, ya lo estamos dotando de las connotaciones que suelen atribuírsele por su propia naturaleza.

En este caso, cobra especial relevancia la elección de los planos seleccionados, así como los objetos (y/o las personas) que aparecerán dentro del encuadre elegido. No es raro que, cuando vemos productos ecommerce con esta clase de fondo, las fotografías sean presentadas en series (de dos o más instantáneas), de cara a ubicar el producto en el contexto seleccionado (plano general) y a mostrarnos las distintas características o facetas del mismo desde más cerca y desde distintos ángulos (primeros planos y planos detalle).

Fondos de stock + Retoque fotográfico

Esta clase de fondos para fotografías de productos destinados a tiendas virtuales son usados cuando queremos situar nuestro producto en un espacio distinto a donde fue tomada la instantánea del mismo. Para ello se recurren a fondos sacados de stocks (o bancos de imágenes), habitualmente lisos (con pocos o ningún ornamento o textura). Obviamente, esta opción pasa por la utilización de algún editor fotográfico, mediante el cual recortamos la imagen del producto y la pegamos en el fondo seleccionado.

Los bancos de imágenes son, ya desde hace bastante tiempo, un negocio en permanente eclosión y crecimiento: sea cual sea la actividad comercial en la que nos fijemos, esta llevará asociada consigo una serie de imágenes arquetípicas (o icónicas, si se quiere) de las que no puede despojarse. Para describir y acotar esta idea con mayor detalle, hagamos un sencillo y rápido ejercicio: pensemos en cualquier firma o marca de prestigio. ¿A que de manera inmediata e inevitable acude a nuestra mente al menos una representación gráfica (una fotografía, un logo, un dibujo, etc.) que la representa?

Tal es la fuerza de la imagen en la cultura contemporánea que es prácticamente imposible concebir una página web (o un anuncio publicitario, ya sea televisivo, digital o a pie de calle) en la que no aparezcan fotografías y representaciones gráficas aquí y allá. En muchos casos, de hecho, un site o una campaña publicitaria nace ni más ni menos que a partir de una única imagen, en torno a la cual se articulan el resto de elementos. Lo que estas poderosas y constructivas imágenes tienen en común es que simbolizan un concepto. Es decir, que son la representación de una emoción (o de una serie de emociones).

Tipología de las fotografías de archivo

No obstante, y pese a que el mayor poder que posee una imagen es su capacidad para emocionar a quien la mira, no podemos olvidar que muchas veces esta necesita mostrar el desarrollo de una actividad determinada o, sencillamente, un producto con sus características expuestas de forma clara y nítida. A partir de esta idea, podemos decir que existen tres tipos de imágenes: aquellas que pretenden evocar una emoción, aquellas en las que aparecen personas haciendo algo y aquellas más asépticas que no son sino el mero retrato de un objeto.

Fotografías de archivo ‘emocionales’

Sin ir más lejos, y tal como informan desde el famoso banco de imágenes Shutterstock, la palabra que más teclea la gente en su buscador es “Flower”. Dejando de lado casos particulares, todos estaremos de acuerdo en que una flor (ya hablemos de una fotografía de la misma, ya de un vector o de un simple dibujo pasado a formato digital) representa una serie de sentimientos específicos que apenas varían de una representación a otra. Puede decirse que lo que esas personas buscan en el citado banco de imágenes no es sino la representación de un estado de ánimo para, con unos rápidos clics, extrapolar dicho estado anímico desde el frío stock gráfico a otro contexto mucho más amable y con un contenido argumental concreto: un texto, una presentación en PowerPoint, el fondo del cartel de un festival de música, etc.

Dentro de este grupo también quedarían enmarcadas imágenes relativas a eventos o efemérides más o menos concretos (‘navidad’, ‘cumpleaños’, ‘aniversario’, etc.), paisajes (destinados sobre todo a servir de fondo para la superposición de textos, cuando no de meros fondos de pantalla relajantes) o conceptos más abstractos y genéricos (‘música’, ‘diversión’, ‘verano’, etc.).

Imágenes de archivo ‘demostrativas’

En los bancos de imágenes como el que Camaltec Photo pone a disposición de sus clientes también podemos encontrar, como apuntábamos antes, fotografías de personas desarrollando actividades concretas, normalmente relacionadas con profesiones. Así, algunas de las palabras de este tipo más buscadas en los archivos fotográficos tienen que ver con la medicina, la tecnología, los negocios o las actividades industriales. Sin duda, los ‘oficios’ son uno de los grandes temas dentro de esta tipología: si conseguimos que las imágenes que seleccionemos para nuestra web, además de representar un oficio o profesión concretos, trasmitan una emoción, habremos logrado dar en el clavo.

Fotografía de producto

La tercera categoría estrella de los bancos de imágenes es la fotografía de producto. Aunque a priori esto pueda chirriar un poco, dado que, supuestamente, los productos retratados en cada imagen deberían corresponderse con los que vende una firma en particular, lo cierto es que no todas las empresas pueden permitirse (por falta de medios o de tiempo, sobre todo) fotografiar sus propios productos. Así, se aferran a las imágenes de archivo como tabla de salvación, siendo estas utilizadas especialmente para encabezar secciones o para fondos sobre los que colocar títulos.